martes, 19 de junio de 2012

República Dominicana es sinónimo de saqueos, robos, burlas y engaños. ¿Hasta cuándo? 
Desde la época del descubrimiento de América, Santo Domingo se ha visto envuelto en saqueos, robos, burlas y engaños, de aquellos que poseen más ventaja y que están aliados al poder.

Conforme transcurre el tiempo, la situación de este territorio no ha cambiado, puesto que prevalecen los abusos en el sentido más amplio de la palabra.

Se burlan por los servicios que pagan los ciudadanos a elevadísimos precios, los cuales no valen reclamos, ya que en gran parte de los casos, alguna ley  los ampara,  y aquellos ni siquiera son recibidos conforme se pagan.

Se burlan por la falta de vigilancia y patrullaje policial en los diferentes sectores del gran Santo Domingo, donde decenas de personas a diario son asaltadas, violadas, heridas y en el peor de los casos no viven para contarlo, cuando bandas de delincuentes se roban los vehículos de ciudadanos que no reciben respuesta alguna del paradero de los mismos, aún cuando “las organizaciones del orden público”, sabiendo los escondites principales de estos malhechores.

Y esto sin contar con  aquellos llamados ladrones de cuello blanco, que son los peores de todos los burlones, que con sus caritas bien limpias burlan la lealtad a la nación, olvidan cual es su rol y solo actúan en beneficio propio.

En tiempos remotos era quizás hasta comprensible que les vieran las caras,  tomaran del pelo, ultrajaran y  burlaran… con espejitos como intercambio.

Pero en la actualidad la educación dominicana, (aunque no como debería), se ha desarrollado en muchos aspectos para que algunos lleguen a creer que pueden de manera aberrante tomar como marionetas a los ciudadanos y hacer con ellos lo que mejor les plazca.

Es insólito  y un verdadero asombro que ante los ojos de los políticos, el país se encuentre en camino al desarrollo cuando la logística de las instituciones gubernamentales están revestidas de caos y desórdenes, además  que heredan  comportamientos inadecuados desde los cargos más altos hasta los más bajos, y nadie saque estas manzanas podridas para evitar que se dañen las demás.

La verdad es que la educación aparte de un  milagro, es lo que salvaría la nación, puesto que hasta que las entidades militares no sean desligadas de los gobiernos, y actúen en función de lo que les dicten las leyes, sin importar quienes la hayan infringido, la República Dominicana nunca echará para adelante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario